Tomar una ducha fría tiene varios beneficios reales... siempre y cuando, por supuesto, tu cuerpo pueda soportarlo.
La ducha fría es una verdadera llamada de atención, sin los molestos pitidos. Delun norepinefrina, también conocida como norepinefrina, se libera cuando te paras bajo un chorro de agua helada a 4 grados. Ten en cuenta la paradoja del nombre inapropiado: el agua no se puede congelar a 4 grados. La norepinefrina ayuda a que tu cerebro se despierte y aumenta tu atención, lo que la convierte en un excelente nootrópico. La ducha de agua fría es una excelente manera de estar hiperalerta y más concentrado. Tus ideas comenzarán a fluir y puedes ser el inventor de la próxima revolución científica.
Por supuesto, una ducha fría también tiene un impacto en tu cuerpo, y no menos importante: es un shock para el sistema circulatorio. Los vasos sanguíneos cercanos a la superficie de la piel se contraen con el frío, lo que ayuda a limitar la pérdida de calor al aislarlo de manera efectiva (ciertamente, no tan bien como su techo con ayudas de aislamiento), pero también tiene muchos otros efectos positivos. El ritmo cardíaco se acelera y bombea más sangre a los pulmones. Por lo tanto, la sangre se oxigena y luego se libera para calentar su cuerpo.
Además del hecho de que evita que te mueras congelado, el vasoconstricción tiene otras ventajas. A medida que el frío encoge los vasos sanguíneos superficiales, disminuye el dolor, la hinchazón y la inflamación, razón por la cual las personas usan compresas frías para dolores y esguinces. Por esta razón, también es una estrategia de reducción extremadamente poderosa después del ejercicio, por lo que algunos atletas toman un baño de hielo después de una actuación.
Algunos estudios van más allá al hablar de los beneficios de la ducha fría: algunos argumentan que la ducha fría podría tener un efecto beneficioso sobre la depresión y la ansiedad. Entonces, incluso si la idea de tomar una ducha fría lo intimida o lo emociona, puede ayudarlo a sentirse mejor. Paradójico, ¿no?
Así que vale la pena considerar mantener las cosas frescas la próxima vez. Podrías despreciar cada segundo de esa ducha fría, pero tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán más tarde. Dicho esto, en primer lugar, consulte a su médico.